Luego de no recibir un diagnóstico claro en Purranque, Yaritza Oliva - la niña que llora sangre- llegó a Santiago para recibir ayuda médica.
Ahora un oftamólogo la revisará, por lo que la pequeña deberá someterse una serie de exámenes para conocer qué le ocurre.
Por ahora, un diagnóstico preliminar indica que su mal podría tener respuesta en su "hiperlaxitud", una condición que también le ha provocado que sus articulaciones se desencajen.
De esta forma, los llamados de su madre, Malvina Paillaca -quien pedía ayuda desesperada para su hija- tuvieron una acogida desde Santiago.