El pasado 19 de noviembre, un fatal incendio consumió una vivienda en Cerro Navia. En su interior, habían 13 personas, de las cuales, siete murieron.
Sebastián Acuña, de 28 años, era el dueño de casa y por el rápido actuar del fuego perdió a su pareja Nicole Ramírez, de la misma edad, y a su hija mayor, Martina (9).
En conversación con LUN, el hombre relató que el siniestro inició debido a que una vela se cayó al piso de madera y prendió toda la casa.
"Nosotros creíamos que la casa estaba cargada con energía negativa. A Nicole le habían aconsejado que compara unas velas de sal para una ‘limpieza’. Esa noche, mi suegra, Nicole y su amiga, aprovecharon de hacer lo de las velas. Encendieron varias en el primer piso. Se suponía que debían consumirse solas, así que se fueron a acostar. Una de esas velas se dio vuelta y cayó en el piso de madera", señaló.
Una vez que se percataron del siniestro, Acuña indicó que "había mucho humo, no podías respirar. Te quemaba", pero que rápidamente bajaron por la escalera junto a Nicole y sus dos hijas.
Relató que su pareja iba con Martina y que él llevaba a Antonella -otra hija- en brazos. Sin embargo, la mujer se dio cuenta de que su mamá no había bajado, así que decidió ir a buscarla. Su hija mayor la siguió.
Una vez abajo, el aludido no pudo salir del terreno debido a que el portón del cobertizo tenía tres candados: “Con mi hija en brazos, me subo al techo de uno de los dos autos, tomé impulso y salté por arriba de la reja a la calle. Después pudo salir mi suegro, la pareja (que vivía también en la casa) y su hija".
"Cuando me devolví ya no había humo, eran puras llamas. Escuchaba a Nicole gritar auxilio. Ella estaba en la reja del cobertizo del segundo piso, que también estaba con candado. Luego, un cable gigante se cayó y empezó la electricidad. No pude rescatarlas, ese es mi mayor dolor".
Matrimonio
Sebastián contó que el próximo 23 de diciembre iban a contraer matrimonio. Para el sábado posterior a la tragedia estaba organizada la pedida de mano.
Aseguró que se demoró 12 años en pedirle matrimonio, ya que fueron papás. adolescentes y él era muy inmaduro.
"Ella con su amor me hizo cambiar, me hizo un mejor hombre. Yo me portaba mal y andaba en el vicio (...) Con mucho esfuerzo logramos comprar dos autos para trabajarlos en transporte. Nos íbamos a comprar una casa en Buin y nos íbamos a casar el 23 de diciembre", relató.