Hay chilenos que no estando presos, sin haber cometido delitos algunos se encuentran tras las rejas. Miles de familias que no sólo viven la pobreza, sino que también el miedo al vecino y se han encerrado para protegerse.
Uno de los casos más emblemático es lo que ocurre es en Bajos de Mena en la comuna de Puente Alto.
Aquí los vecinos han creado un verdadero gueto donde el flagelo de la droga y la delincuencia han acorralado a vecinos que nunca imaginaron que tener un casa propia podía ser peor que estar en un campamento.
Adictos a las drogas de todo tipo aprovechan cualquier momento para robar lo que encuentran en las casas para saciar su angustia.
Chapas, candados o rejas no bastan para este grupo de más de 120 mil chilenos que sólo sufren por no poder salir libres cerca de su propia casa.