Este sábado 4 de septiembre, Chile modificó su horario continental dejando atrás el llamado horario de invierno, dándole la bienvenida al de verano.
Para acabar con los cambios anuales que se producen, el senador Guido Girardi presentó un proyecto que mantenga el horario de invierno durante un año (GTM-4), para luego quedar con el huso horario que nos corresponde como país por ubicación, el GMT-5.
Esto quiere decir que, según la idea de Girardi, Chile debiera tener dos horas menos que en la actualidad.
La autoridad llamó al Gobierno a “respetar la evidencia científica y poner urgencia y patrocinio al proyecto de ley que establece mantener el horario de invierno (GMT-4) para todo un año para luego pasar al huso horario le corresponde a Chile (GMT-5) y eliminar el horario de verano (GMT-3) por el daño que produce la desincronización entre el despertar y la salida del sol”.
Como parte del respaldo científico para demostrar la negatividad del cambio, Girardi incluyó parte de una investigación del “The New England Journal of Medicine”, el que menciona que “adelantar los relojes en una hora en primavera y una hora hacia atrás en otoño, puede interrumpir los ritmos biológicos e influye en la duración y calidad del sueño, y el efecto dura varios días posteriores”.
En esa misma línea, el legislador aseveró que “este cambio de hora va en la dirección contraria, nos levantaremos con luz artificial que es 10 mil veces menos potente que la solar y no activa nada”.