A través de redes sociales se han difundido imágenes y videos que dan cuenta de la quema de cientos de peluches depositados a modo de ofrenda en el santuario popular instalado en el kilómetro 22 de la Autopista del Sol, en recuerdo de Astrid Soto, una joven de 18 años que en 1998 murió atropellada en el lugar.
Se trata de un reconocido sitio de peregrinaje hasta donde los fieles acuden también con flores frescas y mensajes de agradecimiento por "milagros" realizados que se agolpan en esta animita.