Emilia recuerda perfectamente la muerte de su madre y la pérdida de sus dos hermanas mellizas recién nacidas en el Hospital de Quirihue en 1979. Su padre pasó años preguntando por las niñas que desaparecieron mientras estaban internadas en el recinto, pero falleció sin obtener respuestas.
Con los años, Magdalena, otra de las hermanas, también comenzó a buscar. Entonces, descubrieron que a los pocos días de nacer las mellizas, Lisa y María, salieron de Quirihue con destino a Suecia. Después de un tiempo las adoptaron en ese país.
La familia en Chile sólo tuvo acceso a una fotografía varios años después, facilitada por la persona que las ayudó a encontrarlas.
En 1979 sólo era necesaria la sentencia de un juez y el visto bueno de un padre -en este caso porque la madre había fallecido- para que un menor pudiera salir de Chile y luego se tramitara su adopción en otro país.
El padre de siempre contó que había firmado un permiso, pero era para que las niñas fueran trasladadas a Concepción. Al menos eso le habrían informado.
Hace un tiempo las mellizas viajaron desde Suecia a Quirahue para visitar a sus familiares. Aquí supieron de una historia distinta de sus propias vidas. Una historia como la de tantos otros niños de Quirihue que salieron al mundo sin que sus madres o, en este caso, su padre necesariamente supieran lo que hacían.