El mundo de los cocineros se encuentra dominado por una serie de aspectos que estresan el ejercicio de su labor.
El periodo llamado "la guerra" es una prueba de esto, por el ritmo frenético y nulo margen de error para las fallas en la preparación de almuerzos y cenas.
Las claves son saber la combinación perfecta entre metodicidad, limpieza, rapidez y manejo de presión.
Respecto a este último aspecto, el reconocimiento internacional se transforma muchas veces en un armar de doble filo para quienes lo obtienen.
Tal fue el caso de Bonoit Voilier, quien en septiembre de 2015 fue reconocido por ser el chef del mejor restaurante del mundo por la Guía Michelin, el premio Oscar de la gastronomía.
No obstante, el 31 de enero pasado optó por terminar con su vida dejando en evidencia los problemas que afectan a la profesión.
En Reportajes 24 indagaron en el mundo de la cocina y su estresante ritmo.