Una mujer estadounidense que pasó más de dos décadas en el corredor de la muerte tras haber sido declarada culpable del asesinato de su hijo fue puesta en libertad por falta de pruebas.
Debra Milke, sin embargo, no ha sido exonerada y enfrentará un nuevo juicio.
Un juez de Arizona revocó su condena en marzo de este año luego de que se plantearan preguntas acerca de un ex detective de la policía que había declarado que Milke le había confesado su crimen.
Se determinó que ese detective mintió bajo juramento en otros cuatro casos, y más tarde fue suspendido por aceptar favores sexuales.
Debra Milke fue liberada después de que sus seguidores pagasen una fianza de US$250.000.
En 1990 Milke fue declarada culpable de planificar junto a dos cómplices el asesinato de su de su hijo cuatro años de edad, al parecer para cobrar el seguro de US$5.000.