Noruega está entre los diez países más ricos del mundo, según la la revista Fortune.
"El ranking se basó en información del Fondo Monetario Internacional (FMI) de octubre de 2017 sobre el Producto Interno Bruto per cápita en relación a la paridad del poder adquisitivo, eso permite comparar las monedas de los países con respecto al costo de productos y se usa para valorar la economía de un país en relación a otras, de acuerdo con el FMI", explica Fortune.
Detrás de Qatar, Luxemburgo, Singapur, Brunéi e Irlanda, Noruega, con sus poco más de 5 millones de habitantes, se ubica en la sexta posición (US$70.590).
No todo es petróleo
Pese a que la explicación evidente del origen de esa riqueza es el petróleo, Noruega ha apostado por diversificar sus inversiones.
En 1990, fue creado el Fondo Petrolero de Noruega, que en la actualidad es el fondo soberano más grande del mundo, con un portafolio de más de US$1 billón.
Esa fortuna se hizo gracias a las inversiones hechas con las ganancias procedentes de la explotación de hidrocarburos desde inicios de los 90.
"¿Es fácil ser rico y joven en Noruega?", le pregunto a Bohren, quien responde desde Oslo:
"Es más fácil de lo que solía ser antes de que tuviésemos petróleo. Ahora hay muchos más ricos en este país, tanto jóvenes como viejos".
"Reinventar el negocio"
Ese afán de Noruega por diversificar su economía se ha trasladado a las empresas familiares.
Un ejemplo de ello es la compañía de la familia de Alexandra y Katharina.
La empresa de los Andresen nació después de que sus antepasados compraran una fábrica de tabaco en 1849. La convirtieron en la líder de la industria tabacalera noruega por más de 150 años.
La compañía fue transformada por las generaciones posteriores y ahora es un grupo dedicado a los bienes raíces y las inversiones en activos financieros.
"En adición a las actividades puramente comerciales del grupo, Ferd tiene una extensiva participación en el emprendimiento social", indica su sitio web.
Ferd es un excelente ejemplo de la importancia de "reinventar" para los negocios familiares noruegos, me dice desde España Marina Mattera, profesora de Economía e International Business de la Universidad Europea.
"En los países escandinavos también se valora muchísimo a la familia, pero se hace de una manera distinta". Marina Mattera, Universidad Europea.
"Un factor fundamental que tiene Noruega es que existe un valor añadido muy grande en la reinvención del negocio: no porque empezamos siendo una empresa de tabaco vamos a seguir siendo una empresa sólo de tabaco", señala.
"Y no solo ocurre en Noruega, también se observa en Suecia y Finlandia, incluso en Alemania y Dinamarca".
La oportunidad de atreverse a reinventar, innovar, transformar viene de la mano de un elemento clave de la sociedad noruega: la educación.
Fomentar la creatividad
Noruega está entre los 20 países cuyos estudiantes resuelven mejor problemas en grupo, de acuerdo con una nueva prueba del Programa para la Evaluación Internacional de los Alumnos (PISA, por su sigla en inglés).
Y si hay algo clave en el éxito de una empresa es eso: trabajar en equipo y hacerlo de forma creativa.
"Las economías de los países nórdicos y la de Noruega, en particular, están fuertemente influenciadas por un sector educativo que está muy centrado en el aprendizaje y en el desarrollo de la creatividad", indica Mattera.
Es algo —reflexiona la profesora— de lo que muchos sistemas educativos del mundo carecen, pues se suelen enfocar en las calificaciones como una medida del éxito académico.
"Lo más importante es que el muchacho pase la materia y no nos detenemos a pensar qué aprendió. Pudo haber sacado una gran nota, pero eso no refleja necesariamente si aprendió".
"En los países nórdicos, y siempre se hace referencia a Finlandia, pero Noruega sigue el mismo modelo, hay tres maestros en un mismo salón de clase. Hay tres personas atendiendo a un grupo de 30 personas. Eso es un nivel de atención al alumno impresionante".
Y eso permite que el alumno se enfoque realmente en aprender, en desarrollar un pensamiento divergente y creativo.
Aunque muchos de los jóvenes multimillonarios (incluidos en la lista Forbes) recibieron su patrimonio de su familia, está claro que tanto padres como hijos son conscientes de que deben asegurar la continuidad de la empresa de la familia.
"El hecho de que estos países tengan tasas muy altas de empresas familiares exitosas, que se suceden de padres a hijos, refleja la visión que tienen sus ciudadanos, por un lado, de la importancia de la familia para que continúe con el negocio y, por el otro, de tener una educación creativa para reinventarse constantemente", explica la académica.
El modelo escandinavo
De acuerdo con Mattera, a veces se suele pensar que en general "los latinos, los españoles, los franceses, los italianos somos los que más valoramos la familia".
"Lo que pasa es que en los países escandinavos también se valora muchísimo a la familia, pero se hace de una manera distinta. Nosotros tenemos una cultura muy multiactiva (basada en las relaciones) y ellos una cultura muy lineal activa (basada en la planificación y el trabajo), donde se destacan los resultados", dice la profesora.
Además, existe el modelo escandinavo.
"Noruega (como sociedad) tiene pocas jerarquías y eso también sucede dentro de las familias. Es una tendencia que va en aumento. Por eso, una posible explicación del traspaso temprano de la riqueza es que los padres consideran a sus hijos parte de la empresa familiar (definida en su sentido más amplio) incluso cuando son muy jóvenes", señala Bohren.
"Por lo tanto, la antigüedad y la posición dentro de la familia tienen menos importancia y eso se observa también a la hora de decidir quién debe hacer qué en la empresa familiar. Sin embargo, esto es solo una especulación, pues no conozco una investigación confiable sobre este tema", aclara el profesor.
Reflejo de la sociedad
Otro factor interesante de analizar es que la transferencia de la fortuna se hace en vida, lo cual para algunos expertos puede reflejar el deseo de evitar problemas tras la muerte del dueño, que muchas veces lleva a conflictos familiares, a la disolución de la empresa o a su venta.
Para Mattera esa es una manera de asegurar que la compañía no se acabará.
"Si yo soy el fundador de esta empresa y divido entre mis hijos un patrimonio tan importante como del que estamos hablando en estos casos (de los ricos más jóvenes del mundo), puedo hablar con ellos, asegurarme de que las relaciones sean buenas y de que cada uno tenga claro su rol, aunque no lo vayan a asumir de manera inmediata", indica la profesora.
Ninguna de las hermanas Andresen está aún involucrada activamente en la empresa.
La mayor está estudiando en una universidad holandesa y la menor está concentrada en su exitosa carrera deportiva como jinete, como se puede ver en su cuenta de Instagram.