Su muerte pudo ser una más, otra entre las miles de mujeres que son asesinadas cada año en México.
Pero el feminicidio de Ingrid Escamilla el pasado domingo no pasó por alto: el crimen, presuntamente perpetrado por la pareja de la joven, generó una inusitada ola de indignación que ha salpicado incluso al gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Las redes sociales fueron la plataforma inicial para los cuestionamientos y luego, el viernes y este sábado, miles de personas salieron a las calles de la capital mexicana y otras ciudades para exigir justicia para las mujeres en un país donde solo en 2019 fueron asesinadas cerca de 4.000 de ellas.
Las protestas llegaron hasta el Palacio Presidencial, donde colectivos feministas pintaron letreros y lanzaron encendidos reclamos.
La conmoción por el asesinato de la joven de 25 años se disparó desde inicios de semana cuando varios tabloides mexicanos publicaron fotos en sus portadas en las que se apreciaba el cuerpo desmembrado de Escamilla, acompañado de titulares sensacionalistas.
Desde entonces, varias organizaciones de derechos humanos y activistas han llamado a no compartirlas y han pedido, en cambio, publicar fotos de paisajes con hashtags asociados a Escamilla para que, quienes busquen su nombre en las redes sociales, encuentren imágenes menos terribles que las de su muerte.
En un país donde al menos 10 mujeres son asesinadas cada día, según estimaciones oficiales, las reacciones por la muerte de la joven no han dejado de sorprender a algunos sectores.
¿Qué ha cambiado ahora para que miles de mexicanos se lancen otra vez a las calles para condenar a viva voz la violencia de género?
El hartazgo social
Lucía Lagunes, directora de la asociación civil "Comunicación e Información de la Mujer AC" (CIMAC), especializada en temas de género, considera que el asesinato de Escamilla hay que entenderlo en un contexto en el que la violencia de género se ha vuelto un fenómeno cada vez más extendido en México.
"En las reacciones ante este caso inciden varios factores acumulativos que van desde el incremento de los feminicidios en los últimos años en México a la incomodidad ante la falta de políticas públicas que ayuden de forma efectiva a combatir la violencia de género", asegura a BBC Mundo.
Según datos oficiales, los asesinatos de mujeres en el país en los últimos cinco años han crecido un 137%.
Sin embargo, organizaciones civiles creen que el número es mayor, dado que estos crímenes no siempre se denuncian o son tipificados como feminicidios.
Para que se tenga una idea, de los casi 4.000 asesinatos de mujeres reportados el año pasado, solo 976 se consideraron feminicidios, según datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública.