Las tensiones entre Estados Unidos y Venezuela escalaron hasta el cielo literalmente.
Los gobiernos de Donald Trump y de Nicolás Maduro intercambiaron acusaciones a lo largo del fin de semana por un incidente ocurrido el viernes pasado entre dos aviones.
En concreto, un avión de vigilancia e inteligencia electrónica de la Armada de Estados Unidos que fue interceptado por un cazabombarderos de la Fuerza Aérea de Venezuela.
El domingo, el Comando Sur de EE.UU. denunció que un Sukhoi SU-30 venezolano había seguido "de forma agresiva" a una aeronave de vigilancia EP-3 Aries II, que transitaba sobre el espacio aéreo internacional.
La Fuerza Armada de Venezuela, por su parte, afirma que la nave estadounidense incursionó en el espacio aéreo de su país "violando la seguridad de las operaciones aéreas y todos los tratados internacionales".
El incidente y el cruce de acusaciones se produjeron en un momento en el cual las relaciones entre Washington y Caracas se encuentran en mínimos históricos.
En enero, la Casa Blanca retiró el reconocimiento a Maduro, a quien acusa de haberse mantenido en el poder gracias a unas elecciones fraudulentas, mientras que el mandatario venezolano decidió expulsar a todos los diplomáticos estadounidenses de su país.
Desde entonces, Washington ha impuesto fuertes sanciones a Caracas y encabeza una coalición de más de 50 países del mundo que apoyan al líder opositor y presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaidó, como mandatario "encargado" del país.
Maduro, por su parte, acusa a la Casa Blanca de querer derrocarlo para hacerse con las riquezas naturales de Venezuela.
Una denuncia inusual
El incidente fue hecho público por un mensaje que el Comando Sur publicó el domingo en Twitter, junto fotos y video de lo ocurrido.
Ese mismo día, el Comando Sur divulgó un comunicado en el que decía que la aeronave estadounidense estaba realizando "una misión reconocida y aprobada en espacio aéreo internacional" cuando se le aproximó "de forma no profesional" un cazabombardero SU-30 de Venezuela.
"Después de revisar documentación en video, hemos determinado que el caza de fabricación rusa siguió de forma agresiva el EP-3 a una distancia insegura por un lapso prolongado, poniendo en riesgo la seguridad de su tripulación así como la misión de la aeronave", dijo el comunicado.