De acuerdo al análisis de Adimark, el alza progresiva en la aprobación de la Presidenta se adjudica, en buena parte, al inicio del ciclo de cierre del gobierno, periodo donde históricamente los presidentes han mejorado su evaluación, lo que se ha repetido en los 3 últimos gobiernos, y pareciera estar repitiéndose en esta ocasión.
A su vez, la desaprobación del gobierno de la Presidenta alcanzó un 66%. Lo cual representa un 3% menos respecto a la medición pasada, en la cual se registró 69% de rechazo.
Las áreas de gestión muestran registros muy diferentes, en donde las relaciones internacionales están al tope con un 64% de aceptación, mientras que la labor contra la corrupción alcanzó un 11% de aceptación, desplazando así a la gestión contra la delincuencia como el área peor evaluada.
Por su parte, el Gobierno logra una más modesta alza de un punto, pasando de 23% a 24% de aprobación.