Este 1 de junio la Presidenta Michelle Bachelet dio inicio a su última Cuenta Pública, con un discurso que apuntó a recalcar lo que su administración ha logrado y los avances que se han tenido, poniendo énfasis en la claridad respecto del rumbo que se ha tomado como gobierno.
"Chile con la frente en alto pero también con tensiones e impaciencia. Un Chile de contrastes injustos, donde practicas indeseables se volvían habituales, debilidades en la economía y política se convertían en un freno para el progeso. Las buenas rachas no estaban siendo aprovechadas para el desarollo. No había hecho suficiente para acabar con las grandes desigualdades", , sostuvo la Mandataria.
"Un país que se transforma, que progresa y que justamente porque quiere seguir progresando se ha puesto metas cada vez más altas. (...) Las transformaciones que no podían esperar más".
Bachelet aseguró que los datos generales indicaban que "que todo estaba muy bien pero los compatriotas sabían que la situación no daba para más. Ningún país en el mundo había alcanzado tal nivel de desarrollo mateniendo niveles tan altos de desigualdad".
Asimismo la autoridad indicó que su gobierno instaló nuevas bases para el desarrollo, "bases más equitativas y sostenibles", teniendo las dificultades "propias de un cambio de gran magnitud".
"El horizonte hacia donde nos movemos está claro: el horizonte es un Chile donde cada uno valga lo mismo que cualquier otro en esta nación, un país de libertades donde cada uno pueda elegir lo que desea y expresar sin trabas los que quiera", afirmó Bachelet al tiempo que también reconoció que "falta mucho" para consolidar los cambios.
Durante los últimos meses, desde Chile Vamos se le ha criticado una supuesta falta de rumbo en la que se movería su gestión.