En cuanto a plazos, se plantea que "Chile debiese contar con un nuevo texto durante el año 2023 y el desarrollo de la convención no debiese ser superior a cinco meses".
También se busca mantener la "hoja en blanco, incorporando como insumos a la discusión los resultados del proceso deliberativo llevado a cabo en el segundo gobierno de la Presidenta Bachelet, el proyecto de nueva Constitución 2022 y los informes técnicos de las comisiones de la Convención Constitucional 2021-2022".
Dentro de estos insumos, se sugiere utilizar el reglamento de la convención previa, "adaptándose a los nuevos plazos y necesidades de este órgano", agregándose además "las normas de Código de Conductas Parlamentarias propendiendo a su fortalecimiento", y que una vez redactado por el comité técnico este deberá ser aprobado por el Congreso previo al inicio del trabajo de los constituyentes.
Respecto a la participación de expertos el Frente Amplio propone que exista un comité técnico que en un primer momento prepare la instalación de la nueva convención y luego realice un "acompañamiento técnico durante todo el proceso de deliberación, redacción y armonización de la nueva propuesta".
También se propone que "no existan inhabilidades de postulación a la convención para cargos de suspensión popular" y que "se creen mecanismos de participación popular" para priorizar los temas a regular en la nueva Constitución.