Tras ello, evaluó la gestión del Gobierno en materia de seguridad y esgrimió que "falta sentido de urgencia" y que "hay que dar el paso siguiente".
"No puede ser que el Plan Calles Sin Violencia conlleve algunos recursos para implementar en los municipios y pase un año y todavía esa plata no se traspase porque hay permisología", puntualizó, agregando que "los delincuentes andan a 150 y el Estado a 50 km/h".
Bajo este mismo contexto, hizo un análisis en profundidad sobre la impunidad y señaló que, desde su punto de vista, "el sistema garantista ha sembrado esa impunidad". "Todas las comisarías están reportando que el 100% de los detenidos ya habían sido detenidos con anterioridad y tenían antecedentes, eso demuestra que tenemos serio problema de condenas".
En virtud de su propio análisis indicó que estas situaciones que incrementan el temor en la ciudadanía "ameritan que hagamos todos los esfuerzos necesarios, incluso en instancias que son desconocidas".
"El estado de excepción no se peude descartar, sin embargo, he planteado que el proyecto de infraestructura crítica debiera modificarse (...) es evidente que necesitamos reforzar la presencia de las pollicias y si es es a traves de inteligencia, tecnología militar, apoyo militar, capacitación, bienvenido sea para salvaguardar y cudiar a las personas", complementó.
Finalmente, sobre el tema de seguridad y delincuencia, enfatizó que "las zonas críticas se tienen que resguardar con la fuerza contundente y suficiente como para poder enfrentarte a cualquier tipo de delincuente que quiera someter a la gente honesta, trabajadora, a los niños y a las familias".