Es un tesoro chileno. La única maravilla local. Un destino casi obligado para los extranjeros y un paraíso terrenal en el que surgió la inquietud de qué hacer con los desechos orgánicos de quienes visitan las Torres del Paine y de quienes viven en el lugar.
Un lugar donde ahora cobra vida el reciclaje.
Conaf utiliza composteras para reciclar y la degradar los residuos.
Comenzaron en la administración del parque, esperan seguir en otra guardería de Conaf para luego eliminar la basura de las altas montañas.
Práctica que se suma a la iniciativa de 16 empresarios del sector que con un mínimo esfuerzo buscan preservar el tesoro que guarda la Octava Maravilla del mundo.