Los feriantes tienen opiniones encontradas, mientras que algunos dicen haber bajado las ventas por el alto precio, otros prefieren venderlo caro para tener menos competencia de otros comerciantes. Cuando el limón está más barato hay más puestos con el fruto, explican.
Y pese a que la zona es productora del fruto, las heladas han afectado la producción, y la demanda se mantiene. Aunque algunos se quejan del precio, no cambian los limones ni por sucedáneo, ni vinagre.