Además informaron los detalles del trágico desenlace: ambos se encontraban compartiendo de un asado con ingesta de bebidas alcohólicas en la casa de la víctima, Yerko Sánchez. En la madrugada, Pérez González, en estado de ebriedad se dirigió a su habitación.
En ese momento el acusado de homicidio señaló que, su entonces jefe, intentaba besarlo, por lo cual lo golpeó en el rostro, salió en búsqueda de una bloqueta de cemento y volvió a la habitación a golpearlo nuevamente en la cabeza, provocando la muerte de la víctima por trauma craneoencefálico.
En ese momento, con un elemento cortante, realizó heridas a la derecha y a la izquierda de la boca. Además otra herida cortante en su abdomen.
Luego el acusado procedió a robar las pertenencias de su víctima, se dio a la fuga, resultando detenido por carabineros.
Conocidos los antecedentes, se acogió la agravante esgrimida por la Fiscalía de agregar ignominia al homicidio mismo, por realizar cortes en el rostro y cuerpo de Yerko Sánchez.
En concreto fue condenado a 12 años de presidio efectivo por el delito de homicidio, 61 días por el delito de hurto y 61 días por el delito de conducción en estado de ebriedad.