Un vuelo debió haber aterrizado el pasado 12 de febrero en el Aeropuerto Mataveri en Rapa Nui con 300 pasajeros. Sin embargo, aquel viaje nunca se concretó.
Ante la posibilidad de que venía un gran cantidad de pasajeros provenientes del continente en la aeronave, un grupo de manifestantes se tomó las dependencias del aeropuerto, denunciando que el aterrizaje vulneraría la Ley de Residencia de Rapa Nui, cuyas implicancias incluye la restricción de llegada de los afuerinos a la isla.
Si bien la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) señaló el pasado martes que el recinto se encontraba operando, el vuelo no podrá llegar, dado que la mesa de diálogo que abrió al alcalde de Rapa Nui, Pedro Edmunds, con los manifestantes, no llegó a acuerdo.