El enviado especial de las Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos y el Medio Ambiente, David Boyd, denunció la existencia de graves crisis ambientales en distintas partes de Chile, entre ellas el área de Quintero-Puchuncaví.
El representante de la ONU alertó en su informe sobre los niveles elevados de mortalidad infantil, el riesgo inaceptable de padecer cáncer en niños y la disminución de la expectativa de vida en estas zonas afectadas.
El enviado especial informó haber sentido los vapores tóxicos en su garganta y escuchado los testimonios de madres angustiadas que temían enviar a sus hijos a la escuela.
En el área de Quintero-Puchuncaví, se registran enfermedades respiratorias y cardiovasculares, así como niveles alarmantes de mortalidad infantil y riesgo de cáncer en los niños. Además, la ONU identificó otras cuatro zonas del país con altos niveles de contaminación ambiental: Tocopilla, Mejillones y Huasco en el norte, y Coronel en el sur.
Según el informe, Chile se enfrenta a una serie de crisis ambientales interconectadas que están vulnerando los derechos de millones de personas.
Estas crisis incluyen la exposición a sustancias tóxicas y la degradación del medio ambiente en comunidades marginadas y vulnerables, así como la escasez de agua y la contaminación atmosférica mortal. Además, el país está experimentando problemas relacionados con la crisis climática global, como sequías, desertificación, incendios forestales, aumento del nivel del mar y fenómenos meteorológicos extremos.
Boyd enfatizó la necesidad de que Chile tome medidas urgentes para garantizar el acceso universal a agua limpia, aire puro y entornos no tóxicos para todos. La denuncia de la ONU pone de manifiesto la urgencia de abordar estas crisis ambientales y tomar medidas para proteger la salud y el bienestar de la población chilena, así como salvaguardar el medio ambiente para las generaciones futuras.