K5 era un robot diseñado con la más alta tecnología en 2013, capaz de realizar reconocimiento facial, detectar sonidos sospechosos, filmar videos en alta definición, sensores térmicos, de calidad del aire y un láser de búsqueda, con la finalidad de cumplir tareas de seguridad.
La máquina totalmente equipada recordaba a R2-D2, el popular androide de Star Wars, pero esto no fue suficiente para evitar su triste final.
Este lunes, mientras hacía sus rutinarias rondas por el edificio de Washington en el que trabajaba, K5 cayó a la fuente de agua del lugar y "se ahogó". El accidente, según los creadores del robot, se debió a una falla aislada en los sistemas de detección del entorno.
El suceso no pasó inadvertido para los trabajadores y curiosos que rondaban en el lugar y en pocos minutos la noticia llegó a las redes sociales.