Tanto es el amor que una persona puede llegar a sentir por una mascota, que muchas veces los animales son tratados y considerados como uno más de la familia.
Por lo mismo, cuando en casos más extremos se debe tomar la decisión de sacrificarlos, los dueños no resisten el estar con ellos cuando son inyectados, sin embargo, la decisión podría cambiar después de leer los siguientes párrafos.
La usuaria de Twitter Jessi Dietrich, le preguntó a un veterinario cuál era la parte más difícil de su trabajo y éste le respondió que el dormirlos para siempre. “Dijo que cuando tenía que sacrificar un animal, el 90% de los propietarios no querían estar en la habitación cuando los inyectaba, por lo que los últimos momentos de la mascota suelen ser buscar frenéticamente con la mirada a sus dueños y eso me rompió”, contó la mujer.