Sin embargo, desde el primer verso se notó visiblemente afectado de salud y era que no: la seguidilla de conciertos dados en Buenos Aires, sumado a los cambios de temperatura y el frío invierno sudamericano, mermaron la garganta del azteca, quien tosió y estornudó en determinadas ocasiones de la presentación. Esto no le importó a sus incondicionales, quienes aplaudieron y vitorearon cada letra y movimiento.
Luis Miguel entregó un set de grandes éxitos que, a diferencia de lo ocurrido en la capital trasandina, no alcanzó las dos horas de espectáculo. No obstante, figuró acompañado de tres coristas y una gran banda liderada por Kiko Cibrián; iluminación de primera línea, pantallas que difundían parte de las imágenes que ilustraban la impecable trayectoria de poco más de cuatro décadas. Por si fuera poco, se mostró amable y cercano a una audiencia que lo acompañó en todo momento.
Al término de la presentación, las seguidoras de "Micky" se mostraron satisfechas con la primera presentación y muchas le recomendaron remedios caseros para aliviar la disfonía que lo aqueja. El nuevo "cara a cara" del intérprete con las fans será este martes 22 de agosto en el mismo recinto. ¿Cómo responderá la garganta?