Cuando se encontraba en pleno rodaje de la película de terror "Ghostland", la actriz Taylor Hickson sufrió un grave accidente que le dejó una enorme cicatriz en la cara.
Y, de acuerdo a la información publicada por el medio especializado Deadline, la actriz habría demandado a la productora "Incident Productions", la que estuvo a cargo de la cinta.
El accidente de produjo en la grabación de una escena en la que Hickson debía estrellarse contra una puerta de vidrio, a la que tenía que golpear con todas sus fuerzas, según las indicaciones que le dio el director.