El fallecido actor Philip Seymour Hoffman, ganador del Premio Oscar, expresó un inusual último deseo en su testamento.
Siempre vinculado a las artes y las tablas, el intérprete busca que sus hijos reciban esa educación y queden ligados a lo que siempre fue su gran pasión.
"Es para mí un fuerte deseo ... que mi hijo, Cooper Hoffman, resida en o cerca de la ciudad de Manhattan ... o Chicago, Illinois, o San Francisco, California," señaló el actor en las 13 páginas que serán presentadas en la Corte de Manhattan como su Testamentario.
"El propósito de esta solicitud es para que mi hijo se pueda ver expuesto a la cultura, las artes y la arquitectura que ofrecen este tipo de ciudades", escribió el aclamando actor.
El documento fue escrito hace casi 10 años, obviamente antes de su muerte por una sobredosis de heroína evidente a principios de este mes.