Tenía sólo 21 años cuando un accidente de tránsito le cambió la vida por completo. Iba sentada en las piernas del copiloto de un auto cuando se estrellaron contra otro. Esa noche no debía estar ahí. Le había dicho a sus padres que se quedaría en la casa de una amiga, pero salió.
Esa es parte de la historia de Paula Miranda, una joven oriunda de Quilpué, quien mientras estudiaba Educación Física en Viña del Mar y trabajaba como barwoman en 2011 sufrió el brutal accidente que la mantuvo en coma por 20 días.
"Sentí todo el cuerpo con hormigueo. Como estudiaba educación física igual entendía que si no sentía las piernas, había sido la columna", cuenta.