La artista nacida en Barbados, Rihanna, declaró que hace unos años pasó por un descalabro económico, y culpó a su contador de llevarla a la bancarrota efectiva. Esto habría ocurrido el año 2009, cuando según declara, su "estúpido contador" tomó malas decisiones y no supo ayudarla a administrar su dinero.
Uno de los alegatos de la intérprete de "Umbrella" radica en que al inicio del 2009 estaba en poder de 11 millones de dólares, y que a final del mismo año terminó sólo con dos. Junto a esto agrega que el encargado de sus finanzas no la asesoraba bien por lo que al final de ese período sus gastos se duplicaron empujándola a un acantilado financiero.
Rihanna explica que esos nueve millones se gastaron en una casa que bordea los ocho millones de dólares, compra autorizada por su asesor. El problema mayor se generó cuando tuvo que liquidar la vivienda perdiendo dos millones en el trámite.
A los malos consejos y decisiones de sus asesores se suma que su gira "Last Girl on Earth Tour" estaba perdiendo dinero, cosa que su contable "nunca le reconoció en la cara".
Según informó el portal TMZ, la empresa de contadores BTW se defiende de las acusaciones diciendo que la bancarrota es culpa de los gastos de la cantante, y que las comisiones que se embolsaron son parte de un contrato que ella firmó. Lo último referente a la denuncia de la artista sobre las comisiones del 22% que ellos se habrían embolsado.
La intérprete pretende recuperar parte del dinero con la demanda que entablo contra la firma de contables.
Pese al mal rato que pasó el 2009, la cantante ha vuelto a amasar una fortuna, la que se estima en 43 millones de dólares.