Madeline Stuart tiene 18 años y síndrome de Down, pero ni el sobrepeso, ni sus problemas al corazón hicieron que esta joven dejara de perseguir su sueño de cambiar la idea que tiene el mundo frente a su condición.
Hace algunos años Medeline decidió que quería hacer las mismas cosas que los jóvenes de su edad, como poder hacer la voltereta y la invertida y de paso mejorar su salud.
Gracias a la actividad física y su fuerza de voluntad Madeline logró bajar 20 kilos, lo que la llevó a fijarse un nuevo objetivo: convertirse en modelo y demostrar que las personas con Síndrome de Down también son hermosas.
La joven y su madre lograron encontrar una agencia que les diera una oportunidad y así fue como se convirtió en una de las modelos de "Living Dead", línea de ropa australiana que se caracteriza por tener diversidad de modelos.