Cada año se vive la tradición impuesta por Espir Aguad, la que atrae a miles de turistas a la región de Coquimbo. El empresario nortino ha cumplido 57 años agazajando a los turistas que acuden a Tongoy por un plato de carne, choripanes y bebidas.
El gestor de esta misteriosa tradición mantiene en secreto los motivos que lo llevaron a alimentar a miles de personas cada verano.
La nieta de Aguad, Fabiola Kauak ya piensa en cambiar el menú por algo más vegetariano, aunque para que esto suceda aún falta mucho.
Según sus palabras, piensa continuar con este rito hasta que se muera.
Nadie sabe porque decidió realizar un asado gratuito cada año, pero es conocido como el Robin Hood de Tongoy. Regala más de 200 kilos de carne y 3000 choripanes entre los asistentes.