Sufre cada vez que toma una ducha y algo tan común como beber un vaso de agua le produce irritación en la piel. Esta es la realidad de Tessa Hansen-Smith, una joven californiana de 22 años alérgica al agua.
A los 10 años fue diagnosticada de urticaria acuagénica, que le provoca ronchas y heridas en cualquier lugar de su cuerpo que toque el agua. Desde los ocho años comenzó a experimentar dolor en su piel cada vez que se duchaba.
Los médicos le entregaron como diagnóstico que esto era producto de una alergia al jabón que usaba y sus familiares se dedicaron a probar distintos productos, sin embargo, nada parecía dar distintos resultados. Luego de varios estudios, descubrieron que era el agua lo que le producía estas alteraciones.