Dicen que es el mejor amigo del hombre y, al parecer, están en lo correcto.
Un joven ruso nadaba en una especie de pozo mientras su perro lo observaba.
Luego, de un momento a otro, decidió simular que se ahogaba, para ver cómo reaccionaba su mascota.
El canino, que miraba atento los movimientos de su dueño, notó que se hundía y desaparecía en el agua. Esperó un par de segundos, pero cuando lo vio salir a flote boca abajo, reaccionó de inmediato y se lanzó al agua a rescatarlo.
La osadía de este perro ya ha sido vista por más de 2 millones de personas en YouTube.