La NASA registró el pasado domingo una llamarada del Sol de nivel medio que dejó una mancha "tan grande como para ser visibles desde el suelo sin aumento y tan grande que cinco veces la Tierra podría caber en su interior".
Esta mancha solar ha cambiado de tamaño y de forma. A partir de este 20 de abril rotará hacia el lado derecho del Sol y desaparecerá de nuestra vista.
Los científicos estudian estas manchas solares para entender mejor lo que los causa.
La radiación solar de estas llamaradas no puede pasar la atmósfera y afectar directamente a los humanos, pero cuando son los suficientemente intensas pueden ocasionar molestias en las capas que están relacionadas con las señales GPS y las comunicaciones.