Dos astrónomos chilenos participaron del hallazgo de las moléculas orgánicas más distantes del universo, descubiertas gracias al telescopio James Webb.
Los científicos que fueron parte del descubrimiento —publicado en la revista Nature— fueron Manuel Aravena y Manuel Solimano, de la Universidad Diego Portales y el Centro de Excelencia en Astrofísica y Tecnologías Afines (CATA).
Según explicó el CATA, el tipo de móléculas halladas también se pueden encontrar en la Tierra, en forma de humo, hollín y smog.
El centro destacó que los profesionales "realizaron sus observaciones en una galaxia ubicada a más de 12 mil millones de años luz de distancia. Debido a lo anterior, la luz detectada por los astrónomos comenzó su viaje cuando el universo tenía menos de 1.500 millones de años, alrededor del 10% de su edad actual".
El doctor Aravena detalló que “el efecto de lentes gravitacionales actúa como un telescopio natural, amplificando la imagen y permitiendo ver estructuras en el universo distante, que sería imposible de ver de otra forma. Este efecto, unido a la sensibilidad única del telescopio Webb, nos ha permitido ver de manera nunca antes vista los componentes de moléculas orgánicas en una galaxia en el universo temprano".